El pasado jueves 18 de mayo, asistí a una de las presentaciones más interesantes de las últimas que se han organizado en Lavinia. Eran los vinos de Ronda de Cortijo Los Aguijares. Los vinos bastante sorprendentes, saliéndose de la fila en la que parece que se orientan hoy en día la mayor parte de los vinos españoles. Aunque no tomé notas durante la presentación, me ha parecido interesante poner una reseña en el blog sobre esta desconocida y novel bodega.
El proyecto se inicia en 1999, cuando un matrimonio vasco, compra la finca de 800 hectáreas, destinadas a cultivos variados y cría de cerdo ibérico. En el 2000 se plantan 19 ha de viñedo de las variedades Pinot Noir, Tempranillo, Petit Verdot, Merlot y Cabernet Sauvignon. No se emplean herbicidas ni pesticidas. Suelos arcillosos con canto rodado y un viñedo a unos 700 m de altura, que proporcionan unas noches frescas idóneas para la correcta maduración de la uva.
Catamos 4 vinos, comenzamos con un rosado realmente interesante, que por desgracia no llega a la capital, ya que dada su escasa producción se queda en la distribución local. Un vino de un bonito color rojo fresa bien brillante, con una nariz madura pero no cansina, frutal y floral con alguna nota especiada, de buena intensidad y que en boca pasaba con gran frescura, marcada acidez y dejando un recuerdo frutal y fresco. De los rosados que compraría habitualmente. El coupage era 33%Merlot, 33% Petit Verdot y 33% Tempranillo. Luego seguimos con el vino joven, quizás el más flojo de los que catamos, lo encontré algo corto en nariz y en boca. No estaba mal, pero no llamaba la atención especialmente. Continuamos con el Pago el Espino 2005, el vino de la tarde para mi y según comentamos, para la mayoría de los presentes. Se trataba de un vino de 40% Tempranillo, 25% Merlot, 20% Pinot Noir y 15% Petit Verdot, 16 meses de crianza en roble francés de 1 a 3 años. Un vino muy bebible, oscuro de color, pero no impenetrable, con una madera perfectamente integrada, comenzó algo balsámico, pero rápidamente se suaviza y aflora una bonita fruta madura que se fusiona en agradable armonía con cacaos y hoja de tabaco con un fondo mineral. Pero la sorpresa viene al llevarlo a la boca, donde se muestra perfectamente equilibrado. Nada sobresale, tanino muy fino y pulido, acidez muy correcta, ligeramente untoso y muy agradable en un final suficientemente largo. Acabamos con el monovarietal de Pinot Noir 2006, con 9 meses de crianza en roble francés. Un vino curioso, de color picota oscuro de media capa, nariz de media intensidad, fruta madura, tirando a negra, alguna nota floral bastante oculta entre la madurez de la fruta, notas especiadas y alguna nota como de grafito. En boca quizás le falte algo de untuosidad, correcta acidez, pero tampoco le vendría mal algo mas, para que tuviese mas de chispa, ya que se queda algo corto, pasa muy rápidamente. Habrá que seguirlo en futuras añadas.
Finalmente destacar que ninguno de los vinos daba notas alcohólicas (andaban entre 13.5-14% de alcohol) y todos conservaban un fondo común que siempre es agradable al catar varios vinos de una misma finca. Vinos honestos, muy bebibles con comida, huyendo un poco de los vinos hiperagresivos a los que nos tiene acostumbrado el mercado.
(Fotografía de los vinos cedida por la propia bodega)
3 comentarios:
Cierto Olaf, recuerdo un Pago El Espino 2003 muy depurado y, siendo de alta (bastante...) expresión, contenía una buena dosis de savoir affaire y unas notas tan particulares como homogeneas. En dos palabras, equilibrado y contenido.
Aún guardo una botella, en breve veremos como le sientan unos añitos encima.
Saludos y a seguir bebiendo buen vino!
OG
Este verano pasaré unos días por la serranía de Ronda. Si puedo, buscaré esta bodega para conocerla 'in situ'.
Por cierto, estás invitado a la undécima edición de Iberoamérica en Cata:
IEC #11: Evocando los orígenes. Convocatoria
Saludo
Oscar, con la acidez que mostraba, debería estar bien ese vino, pero a saber, son bodegas jóvenes, viñas también muy nuevas y supongo que año a año se irán mejorando como bodega.
Vizayno, envidia me das. Es un viaje que tengo pendiente y con muchas ganas. Si puedes visita a bodegas Bentomiz, verás unas bonitas viñas en laderas de pizarra y probarás uno de los mejores dulces, a mi parecer y olvidandonos de los generosos andaluces, que se hacen en este pais. El Ariyanas terruño pizarroso.
También en Málaga esta Federico Shatz que hace cosas muy curiosas y bien ricas.
Tomo nota de la convocatoria a IEC, ahora me voy unos dias fuera a un congreso, pero a ver si me da tiempo a escribir la entrada.
Saludos
Olaf
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