He recordado durante estos días esas letras que aparecen en la parte derecha del blog. Eso de la silicona, el botox y los vinos maquillados. Vinos anodinos y cortados por el mismo patrón. Bebía un par de vinos y me tropecé con este vídeo:
Me ha traido a la mente esos vinos de pretendida complejidad de ocho acordes; que lo son independientemente de su origen, del intérprete, de si son rock, pop, clásicos o folk. Frente a estos aun nos quedan vinos con carácter, que se muestran como son y sólo como podían ser.
Hoy estoy hablando de Dönnhoff Riesling Trocken 2006 y de Domaine Piron et Lafont. Chenas Quartz 2004. El primero es el vino básico que conceptualmente, y desde mi punto de vista de bebedor, todo elaborador debiera tener en la cabeza. El segundo es un vino que en este momento muestra un fuerte carácter, que puede gustar o no, pero es su carácter. Ambos tienen más de ocho acordes.
domingo, 31 de mayo de 2009
Vinos de ocho acordes.
Publicado por José Luis Giménez
Etiquetas: Canon de Pachelbel, dönnhoff, ocho acordes, Piron
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2 comentarios:
Muy bueno el video Jose y bien traido a esto de los vinos. Ahora tengo en la copa la bota 14... esto tambien tiene mas de 8 notas. Así como esos ricos vinos que comentas. Aqui el básico de Dönnhoff esta completamente agotado en todas las tiendas. Igual el fin de semana que viene me alargo un poco y me acerco a la fuente... a Nahe! Ya contaré a ver.
Saludos
Olaf
La 14 era el oloroso ¿verdad?
Por otro lado, ¡no eres tú nadie! que te apetece paella, a Valencia. Que te apetece Dönnhoff, al Nahe. El día que te apetezca sushi ya nos lo cuentas ;))
Saludos,
Jose
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