lunes, 17 de noviembre de 2008

Un jueves entretenido

El jueves pasado volvimos David y yo a hacer nuestra tradicional visita a Lavinia para tomar algún vino barato para estos tiempos de crisis. Bueno, eso de barato y Lavinia en la misma frase se hace complicado,  dejémoslo en algo no demasiado caro. Tenía ganas de volver a probar el Dido blanco o alguno de los vinos que están haciendo por la Ribera Sacra Rene DSCN3359Barbier Jr. y Sara Pérez en el Dominio do Bibei y parecía esta una buena ocasión para convencer a David de que en España también se hacen buenos vinos, jejeje.  Al final nos decantamos por La Pola 2005, que resultó ser una muy grata sorpresa. Este vino esta elaborado con cepas de entre 15 y 80 años, siendo un 70% Doña Blanca y un 30% Godello. Fermenta en barricas de roble frances (de 1er, 2º y 3er año) de 500 y 600 litros y permanece en ellas 11 meses para posteriormente pasar 18 meses en el botellero (es de agradecer, que no saquen el vino crudo al mercado). Mas información detallada sobre la elaboración en su web.  En la foto saco también el otro "basico" tinto, La Llama, del que hablaré también dentro de poco.

El vino necesita algo de tiempo para abrirse, yo creo que incluso decantarlo podría estar recomendado. Nosotros usamos copas tipo Borgoña y lo bebimos sin prisa, que es otra de las opciones. La nariz es de buena intensidad y fresca y equilibrada, aparecen notas cítricas, florales y mantequillosas, con una buena carga mineral al fondo. Alguna suave nota de anís y clavo parece asomar con aireación. Se nota un buen trabajo con las lías, tanto en nariz como en boca, donde aparece como un vino amplio y con buena estructura, con una acidez magnífica que se une con elegancia a una  ligera untuosidad. Es bastante largo y mineral en su final, incluso me parece detectar una punta salada al entrar en boca que le da mucha originalidad. Se bebe con facilidad y solo de recordarlo ya me entran ganas de abrirme la botella que me llevé a casa. Cuesta 15€ en la ya mencionada tienda, lo que no me parece nada disparatado para la calidad del vino.

También tomamos una copa de Clos Manyetes 2004, siguiendo con otro de los vinos de la familia. La botella llevaba abierta bastantes horas y el vino estaba bien expresivo, aromas característicos de la zona y un paso por boca, con buena tanicidad pero sin excesos y bastante elegante. Un Priorat bastante bien hecho.


Ver mapa más grande

Como estaba solo en casa y la tarde había comenzado bien, le propuse a David ir a cenar a mi casa cualquier cosa, que tenía ganas de abrir algo rico. La botella en cuestión fue un Clos de la Bussiere, 1997, un monopole de George Roumier en Morey Saint Denis. Lo abrimos, servimos un poco en las copas y decantamos el resto mientras nos calentábamos un par de pizzas y curioseábamos por los foros y blogs (que le vamos a hacer, era jueves y ya quedaba poco en la nevera). La verdad es que el vino se mostró muy bien casi desde el principio, si bien la aireación le vino bien a un tanino algo marcado inicialmente. Un vino de estos para enamorarse de la Borgoña, de la Pinot Noir, de su elgancia, equilibrio y de la capacidad que tiene para transmitir su suelo. La nariz es de buena intensidad, aparece una fruta roja en forma de pizza y roumiercerezas, sobre notas de pétalos de rosas, algo de suelo de bosque en una mañana húmeda y con niebla (toma ya! de esas de ir a coger setas, para entendernos), bastante terrosidad, una terrosidad como arcillosa con mucha hoja seca. También da algo de tabaco de liar. No es excesivamente complejo, pero no esta nada mal. Quizás eche algo de menos que fuese algo mas especiado, pero no, aquí domina completamente la tierra de forma franca y directa. En boca esta inmenso, con un tanino vivo, con una acidez magnífica, se muestra sumamente elegante y equilibrado, llenando la boca de esas sensaciones descritas en la nariz, mucha mineralidad y un final largo magnífico. Muy buen vino, adictivo.

Como veis una buena tarde-noche, tan solo un par de vinos, pero de los que te hacen disfrutar.

11 comentarios:

José Luis Giménez dijo...

Es curioso ese apunte que haces acerca del tiempo de botella de La Pola. Me explico. Aquí y allá se observa que hay vinos que salen "crudos" al mercado; opinión esta que comparto. Generalmente algunos consumidores se quejan, otros lo aceptan y promueven en base a una necesidad entre lo experimental y lo filantrópico que les lleva a probar botellas hasta que lo ven en su mejor momento de consumo. Por otro lado los productores tienen que hacer caja rapidito y en base a esto sacan los vinos al mercado llevándolos casi directamente de la etiquetadora al mercado sin que de tiempo ni a rezar un Avemaría.

A lo anterior se suma un frenesí devorador de esa tradición de crianzas y reservas en las que se fijaban unos tiempos mínimos de crianza en la botella que había de asumir la bodega. No obstante en estos tiempos que corren los bebedores asumen esa crianza y la ruleta de conocer empíricamente el estado de madurez del vino.

Quizá abundando en todo ello veo que se abandona el concepto de crecimiento del vino, evolución del mismo camino de su madurez mostrando ante el bebedor todas las fases de su vida; frente a ello están los vinos que tienen fase de juventud en la que pueden estar crudos... puede que fase de mutismo y si todo va bien la fase en la que están en su punto, antes de llegar a su declive suave o muerte súbita. En las malas experiencias pasan de la no integración a la desintegración dejandonos el purgatorio dentro de nuestra cartera.

Buff... tras una semana de 8 días escribo demasiado.

Saludos,

Jose

Olaf dijo...

Pues si Jose, por eso lo he remarcado. Ya en la tienda me llamó la atención que fuese del 2005. Con los ritmos frenéticos del mercado, pocos 2005 quedan ya en las estanterías, los 2006 ya estan aqui ocupandolo todo. Además no le notaba mucha madera, así que no creía yo que fuese de muy larga crianza. Ahora al buscar información del vino, es cuando me he encontrado con esos 18 meses de botellero. Me parece magnífico, sobretodo si ellos lo consideran necesario. El vino, recien salido al mercado, me parece muy disfrutable. Aunque tampoco dudo que mejore mas con la botella, materia le sobra.
Como dices, mejor que experimenten ellos y que no nos toque a nosotros jugarnosla con si ¿se integrará?
Saludos

Olaf

Blog De Vinis dijo...

Hace pocos días lo escribía Benoît Valée en su blog de la página web de L'Ànima del Bi, la tienda de vinos naturales del barrio de Gràcia (Barcelona), que todos conocéis bien. Mucha gente y las tiendas entre las orimeras, están perdiendo el ritmo lento tan necesario para saborear el buen vino. Cada botella es un mundo y el vino es algo vivo que pasa por fases y fases. Conocer cómo se vinifica un blanco, por ejemplo, es otorgarle muchas posibilidades de que se abra la botella, y se consuma, en mejores condiciones. Un largo reposo con lías exige esos tempos, en tienda y al abrir la botella.
Por lo demás, menuda tarde de otoño que os regalasteis, compañero! Ese Morey St. Denis me recuerda, por cierto, que hoy me estreno en una cata en Monvínic, de Borgoñas...la cosa promete también!
Saludos
Joan

Blog De Vinis dijo...

Lo que es mi mecanografía, por todos los dioses: L'Ànima del VI, no del BI!!!
Saludos
Joan

Olaf dijo...

Joan, con todo lo que tienen en Monvínic, la cata seguro que es interesante. Ya contarás que tal.

Lo de los tiempos, da para hablar. Muchas veces cuando nos juntamos bastante gente, todo el mundo poniendo vinos... acaba siendo un desperdicio de vino. Soy de la opinión, de mejor poco y con tranquilidad. El vino requiere su tiempo (solo hay que mirar cuanto se tarda en elaborarlo), no hay nada como disfrutar de una botella con calma y pausa, para poder ver todas las fases que nos ofrece.
Saludos

Olaf

José Luis Giménez dijo...

También es cierto que buena parte de la culpa de estas prisas las tenemos los consumidores. Por un lado por seguirles el juego a los comerciantes en todas las fases de la cadena. Desde la bodega a la tienda final. Y por otro lado también es (ir)responsabilidad nuestra por actuar como compulsivos enochalados a la busca y captura de la última añada, la última novedad, lo nuevo por lo nuevo.
Y sin embargo cuando nos paramos unos segundos, respiramos hondo y miramos alrededor lo que realmente nos termina por apetecer es la botella en su justo momento. El equilibrio, la armonía (momento Theise estoy teniendo...)
Como ese extraño refrán francés: Funciona en la práctica, pero ¿y en teoría?

Saludos,

Jose

Anónimo dijo...

(Miriam)
Me encanta que hableis del "tiempo del vino", porque estoy de acuerdo completamente en consumir cuando el vino está redondeado y tiene algunos años para disfrutar antes de que empiece a decaer, pero mi gran dilema empieza cuando veo vinos que entiendo que están todavia verdes,con excelentes calidades en materia y elaboración, pero no tengo la paciencia de comprar y esperar para beberlos...
Y afortunadamente, el fin de semana pasado, pude encontrar altamente satisfactorio un vino asequible precisamente comprado en Lavinia, de elaboración seria y tinte ecológico, que no tiene muchos seguidores: me refiero a un graciano 100% que algunos consideran difícil por la acidez de esta variedad . En este caso hablo del trabajo de Baigorri en un crianza de 2004, que mantenia intacta toda la frutosidad, con agradables recuedos de picotas y cassis tanto en nariz como en boca, y acidez levisima, sin que casi se notara la madera.. en conjunto , muy fresco , fácil de tomar y en buena forma para ser de esa añada.
Una cosa que me gustaria que se comentara, es que opineis, si puede ser verdad, que cuantos más vinos conoces terminas prefiriendo elaboraciones de "reservas" y crianzas largas, antes que jóvenes, cuando lo curioso está en que generalmente te inicias con vinos precisamente de "cosechero", maceraciones carbónicas, rosados, e incluso bebés recien salidos de bodega que apuntan maneras.. O sea, que con la edad, se aprecian más las cosas de largo recorrido y madurez...? Meditarlo y ya me direis.

José Luis Giménez dijo...

Hola Miriam,
lo que me resulta curioso es que admitiendo que el vino no está en su momento adecuado, que está verde o, digamos, "crudo" se consuma. Por poner una analogía sería como si tenemos muchas ganas de comer pollo y admitiendo que todavía no está hecho lo sacamos del mismo porque nos puede la ansiedad; sin reparar por un instante que en la nevera tenemos otros alimentos que están en su momento adecuado y saciarán nuestro apetito.

Me apunto ese Baigorri que indicas e intentaré probarlo si el precio no es demasiado "experimental". Tengo mucha curiosidad por observar el comportamiento de vinos monovarietales de esa uva. La curiosidad mató al gato, peeeeero así es la vida ;)

Sobre ese tema que apuntas he pensado un poco en los últimos tiempos. Un primer capítulo sería el post anterior de 'El Patrón'. Intentaré escribir mis impresiones más centradas en lo que apuntas. Las ideas ya estaban ahí y las has catalizado.
Sin abundar ahora mucho en ello, porque si no me quedo sin escribir el post y tampoco soy tan prolífico, no comparto el criterio que indicas; esto es, no creo que con el aprendizaje la línea evolutiva de consumo vaya en esa dirección.

Saludos,

Jose

Olaf dijo...

Yo tampoco. Es mas, casi lo contrario en mi caso. Al principio te dejas impresionar por los vinos con crianza. Pero poco a poco, te aburres de muchos de ellos, no te satisfacen tanto como esperabas, o te encuentras con muchas cosas "crudas" que igual se integran... o igual no. Y comienzas a apreciar y disfrutar los vinos sin crianza. Te divierten los maceraciones, te entretienen las mencías jóvenes del Bierzo, los garnachas aragoneses, navarros... Es donde aprecias mas claramente diferencias entre zonas y variedades. Porque, una de las cosas en que pecamos bastante en este pais, es que una vez nos metemos en vinos elaborados para crianza... todos comienzan a parecerse mucho y a aburrir. (Obiamente hay excepciones, hablo solo en términos generales).
Saludos

Olaf

CUATRO ESPECIAS Por ELENA ZULUETA DE MADARIAGA dijo...

Hola a los dos.

Trato de buscar tiempo y leeros s fondo,parándome a dedicaros algo más de tiempo, cosa que también está en mi crisis personal.
Este vino"la Pola", no lo conozco y además acabo de leer otro que recomienda jose luis, que tampoco tengo entre los catados.

Lo increíblemente maravilloso, es que poco a poco me voy haciendo con una pequeña "reserva" de algunos de esos vinos que tanto recomendais,y que debo reconocer, que hasta ahora, no me han decepcionado ninguno.
todos en su relación calidad precio, está bien.
A mi me queda buscar el plato perfecto para acompañarlo, pero con las descripciones que dais de su cata, me lo dejais bastante fácil.
Seguré por aquí como siempre.
Un abrazo

José Luis Giménez dijo...

Hola y rebienvenido/a 4E. Creo que hablo por Olaf y por mi cuando digo que me alegro que se vea útil la recomendación de vinos que hacemos. De un modo u otro es uno de los puntos cardinales del blog, el que los que lean de forma asidua o puntual puedan encontrar vinos que beber sin dejarse jornal y medio en ello.
Espero, por otro lado, que esa crisis personal que indicas pase más pronto que tarde.

Saludos,

Jose